ORLANDO furioso

 

Foto tomada del Museo de Escultura al Aire Libre de Leganés. Madrid. 

"(...) El nombre, respondió la Dolorida, no es como el caballo de Beleforonte, que se llamaba Pegaso, ni como el del Magno Alejandro, llamado Bucéfalo, ni como el del furioso Orlando cuyo nombre fue Brilladoro, ni menos Bayarte que fue el de Reinaldos de Montalvan, ni Frontino como el de Rugero, ni Bootes, ni Peritoa como dicen que se llamaban los del sol, ni tampoco se llama Orelia, como el caballo en que el desdichado Rodrigo, último rey de los godos, entró en la batalla donde perdió la vida y el reino (...)". 

Miguel de Cervantes. Don Quijote, 2ª parte, capítulo 40. 

Hoy os traemos una breve reseña de ‘Orlando Furioso’, de Ludovico Ariosto, una obra que, en los estricto, ofrece un título que poco tiene que ver con la obra. Roldan o Orlando es uno de muchos protagonistas que interactúan, y que sus historias se entrelazan constantemente entran y salen de la historia.

Adicionalmente no es considerado un poema, más bien en una serie de muchos poemas donde no existe una línea continua, lo que la hace para muchos, una obra no en extremo confusa, no solo para nosotros en la actualidad si no para los poetas del renacimiento, llegando a causar consternación entre los grandes poetas del momento.

Lo que sí podemos identificar es una lucha constante entre distintas creencia religiosas, tal es el caso de combates de los héroes cristianos con los moros.


Temas particulares en ‘Orlando Furioso’

El principal tema de estas poesías es el amor, siendo Angélica el personaje principal y el secundario seria para Orlando. En uno de estos actos, Angélica la Hermosa se ha permitido cometer un alto de bajeza en contra de Meodor. Esto provoco que enloqueciera, matara a otros pastores y destruyera granjas y animales a su paso, junto con otras atrocidades dignas de una propia novela trágica.

Se exalta con vehemencia la Casa d’Este, agregándole un sinfín de aventuras y travesuras que parecen hasta caricaturescas, como por ejemplo el retozo de una reina con un enano de aspecto rechoncho, complementándolo con incesantes ironías como la expresión de Angélica que se mantenía aun casta y virgen a pesar de sus innumerables aventuras.

Esta obra goza de mucho éxito siendo publicada varias versiones con pequeñas modificaciones, siendo en una ocasión nombrada “Prosas sobre la lengua Vulgar” debido a su alto contenido de fábulas e historias descabelladas, pero a su vez tan extravagantes que atraen a una gran variedad de lectores ávidos de esta colección magistral de poemas muy del estilo toscano.

Tomado de Redhistoria

VIVALDI: ORLANDO FURIOSO

Sobre el autor:

Autor: Antonio Lucio Vivaldi (4 de marzo de 1678 – 28 de Julio de 1741), apodado Il Prete Rosso (el cura rojo, a causa de su pelo rojo), fue sacerdote italiano y compositor de música barroca. Está considerado uno de los precursores de la música romántica. Bach estuvo muy influenciado por los conciertos y arias de Vivaldi, e hizo arreglos de sus obras para ser interpretadas en instrumentos de teclado. Vivaldi representa la culminación del barroco italiano.

Época del autor: Barroco italiano.

Otras óperas del compositor: Monctezuma (Drama per música, 1733), La Olimpíada (1734), Griselda (1735).

Sobre la ópera:

Estreno: Teatro Sant’Angelo, Venecia, 1727

Características de la Obra: Drama Musical en tres actos.

Génesis de la obra: Vivaldi buscaba el triunfo decisivo en Venecia. Buscó un argumento querido por el público en el clásico por antonomasia y un libreto bien construído. Contrató cantantes de calidad, huyendo sin embargo de los castrati (y de sus tiránicas exigencias) para los papeles protagonistas, y se volcó en la partitura, dejando su ópera maestra y una de las cimas de la ópera seria barroca.

Libreto: Grazio Braccioli, basado en el poema homónimo de Ludovico Ariosto (1474-1533)

Argumento: La acción ocurre en la isla encantada de la hechicera Alcina. Aunque vieja y fea, Alcina tiene el poder mágico de hacerse aparecer bella y de embrujar a los cortesanos que ponen un pie en sus dominios. Ha intentado hacer su poder eterno, ganando al invencible guardián Arontes bajo la estatua del mago en el Templo del Infernal Hecate. Traído a la isla por el destino, los otros personajes protagónicos de la opera, la bella Angelica, su joven amante sarceno, Medoro, y el celoso Orlando, un caballero cristiano sobrino de Carlo Magno, que está enamorado de Angélica, se entrelazan en una intrigante historia de amor, de pasión furiosa y desesperación.

Momentos Destacados: “Nel Profondo”, “Sorge l’irato nembo”, “Sol da te, mio dolce amore”

Tomado de Una noche en la ópera