El bienestar animal es el bienestar de toda la sociedad
Las presuntas irregularidades
de la ex comisionada de bienestar animal de la Comunidad de Madrid, y que
podrían haber provocado su dimisión, no pueden ocultar la realidad sobre
la escasa importancia que el gobierno de Díaz Ayuso otorga a la protección y el
bienestar animal.
La Ley 4/2016, de 22 de julio, de animales de compañía, más conocida como Ley de Sacrificio Cero, entró
en vigor el 10 de febrero de 2017. Ésta se aprobó por unanimidad con el
compromiso del gobierno del PP, sustentado por CS, de aprobar un reglamento de
desarrollo en el plazo máximo de un año.
Hoy, tres años después,
seguimos sin reglamento.
Hasta el Consejo de Protección
y Bienestar Animal de la Comunidad de Madrid llegaron muchas alegaciones a un
borrador de Reglamento elaborado por el gobierno. Hoy podemos afirmar que éste parece
no haber sido consensuado con las asociaciones protectoras de animales de esta
región. Desde aquí nuestro agradecimiento a la Federación de Asociaciones
Protectoras de Animales de la Comunidad de Madrid (FAPAM) por su inestimable
trabajo.
Trabajar el sacrificio cero,
que compartimos y defendemos, exige implantar de manera efectiva el abandono
cero. La ley está imbuida de este planteamiento que, como orientación y
guía, pretendía dirigir la atención sobre esta filosofía que tan buen resultado
ha obtenido en muchas ciudades europeas.
Sin embargo, tres años después
los Centros de Protección Animal (CPA) de ayuntamientos y protectoras están
llenos. FAPAM nos advierte, con preocupación, que la entrada de nuevos animales
de compañía se reduce un 20% anual desde 2017. Y es que no caben más.
Tampoco el remedio a la cría
no profesional, asunto no menor que es pilar fundamental para lograr el
abandono cero.
Mientras deshojamos la
margarita del (urgente) reglamento, los problemas se acumulan. Volver a
subvencionar la vacunación obligatoria de rabia e identificación y comenzar con
las de la esterilización, financiar adecuadamente la Ley para que los CPA
de municipios y Protectoras puedan
admitir más animales, que se implante como única solución el método CES
(Captura, Esterilización, Suelta) para las colonias de gatos, incrementar las
campañas de tenencia responsable y generalizar campañas sobre la adopción y
abandono cero en medios de comunicación pero, sobre todo, en colegios de
infantil, primaria y secundaria.
El interés en el bienestar
animal es notable en la ciudadanía madrileña. El comisionado regional no tiene
unas competencias definidas más allá de una coordinación transversal y difícil
de ejecutar desde la dependencia funcional de una Dirección General, careciendo
de presupuesto. Por el contrario el gobierno de Pedro Sánchez ha creado la
Dirección General de Protección Animal, cuyo
objetivo es aprobar una Ley estatal de Bienestar Animal, y unificar los esfuerzos ministeriales en pro
de una protección animal activa y responsable.
Nuestras mascotas son seres
sintientes, y necesitan más y mejor atención de la sociedad que les acoge.
Sobre todo, generar mayor respeto por estos seres vivos a los que tanto
queremos.
Rafael Gómez Montoya es
Portavoz Socialista de Medio Ambiente en la Asamblea de Madrid.
Enlace del artículo en El País Madrid
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