lunes, 4 de enero de 2016

OBJETIVOS para 2016



Hacemos nuestros, desde el el PSOE-M y el Grupo Parlamentario Socialista de la Asamblea de Mazdrid, también para 2016, los Objetivos de Desarrollo Sostenible acordados en Naciones Unidas y trabajaremos para su pleno desarrollo y logro, promoviendo cuantas iniciativas sean necesarias para ello. 

No en vano, en la reciente Conferencia de París se ha avanzado mucho más de lo esperado (afortunadamente) en el camino de fomentar diferentes aspectos que ayudarán, sin duda, a la consecución de estos objetivos. Ciudades y comunidades sostenibles, industria, innovación e infraestructura, protección de los ecosistemas terrestres y marinos o energía sostenible, asequible y no contaminante, son varios de estos objetivos que se ven fortalecidos gracias a la COP21. No podemos olvidar que la lucha contra el Cambio Climático es también la lucha contra la pobreza, la exclusión y buena parte de las migraciones. Ganar la batalla al Cambio Climático es generar seguridad y construir Estados fuertes, democráticos y respetuosos con el planeta y los derechos humanos. Entre sus acuerdos, cabe destacar: 

Mantener la temperatura media mundial por debajo de 2 grados centígrados aunque los países se comprometen a llevar a cabo todos los esfuerzos necesarios para que no rebase los 1,5 grados.

El acuerdo adoptado es legalmente vinculante, así como el mecanismo de revisión de los compromisos de cada país. 

Con respecto a las reducción de emisiones, 187 países de los 195 que han participado en la COP21 han entregado sus compromisos nacionales de lucha contra el cambio climático que entrarán en vigor en 2020.
Los países revisarán sus compromisos al alza cada 5 años, para asegurar que se alcanza el objetivo de mantener la temperatura muy por debajo de 2 grados.

Habrá un mecanismo transparente de seguimiento del cumplimiento para tratar de garantizar que todos los países cumplen. 

El acuerdo fija que los países desarrollados deben contribuir a financiar la mitigación y la adaptación en los estados en desarrollo. Los ricos deberán movilizar un mínimo de 100.000 millones anualmente desde 2020 para apoyar la mitigación y adaptación al cambio climático en los países en desarrollo, así como revisarla al alza antes de 2025. Además, el acuerdo identifica la necesidad de poner en marcha lo que se ha llamado el Mecanismo de Pérdidas y Daños asociados a los efectos del cambio climático.


Podemos, por tanto,  resumir las claves de este acuerdo en: 

Metas: Para lograr el objetivo de que el aumento de la temperatura media a finales de siglo se quede entre los 1,5 y 2 grados se establece que todos los países deberán alcanzar un techo en sus emisiones de gases de efecto invernadero lo antes posible.

Mitigación: El principal instrumento sobre el que se construye el acuerdo son las llamadas contribuciones nacionales. 186 de los 195 países ya han presentado planes de reducción de sus emisiones.

Vinculación: Oficialmente el acuerdo será vinculante. Lo que no será legalmente vinculante son los objetivos de reducción de emisiones de cada país. Naciones Unidas desplegará una importante labor diplomática para que estos objetivos se incorporen  a las agendas de cada País. 

Financiación: Para que los países con menos recursos puedan adaptarse a los efectos del cambio climático y para que puedan reducir también sus emisiones se establece la obligación de que exista ayuda internacional, cuantificada y prevista para cada momento del acuerdo. 

El texto adoptado podrá ser ratificado durante un año a partir del próximo 22 de abril, Día Internacional de la Madre Tierra y para que sea efectivos será necesaria la firma de al menos 55 países. Así mismo se señala que el acuerdo será depositado en la sede de Naciones Unidas.

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