Frente al Cambio climático: cambiemos de modelo.
Ya no existen dudas de que los impactos del cambio climático afectan cada vez
más severamente a todas las personas, regiones, ecosistemas y economías.
Incidirá negativamente en la salud y en la esperanza de vida de muchas
poblaciones, en el mantenimiento de diversos sectores productivos y empleos,
en la pérdida acelerada de la biodiversidad, y en los costes económicos y
sociales que muchos países tendrán que afrontar para paliar sus efectos.
También está cada vez más claro que los que menos responsabilidades tienen
en las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) son los que más sufren
las alteraciones climáticas, porque viven en zonas especialmente vulnerables y
disponen de menos medios para protegerse o adaptarse a ellas. El cambio
climático frena el desarrollo de los pueblos, dificulta la erradicación de la
pobreza e incrementa la desigualdad entre países y en el interior de cada país.
Todo el mundo, especialmente en los países industrializados, tenemos
responsabilidades en las emisiones de gases de efecto invernadero por nuestro
comportamiento en el consumo o en el transporte.
Hay además muchas
grandes corporaciones que hacen su negocio manteniendo un sistema
productivo contaminante, que son el auténtico freno para el cambio a un
modelo de producción y consumo limpio y sostenible. Su enorme capacidad de
influencia en las políticas de los gobiernos es uno de los principales escollos a
los que nos enfrentamos.
El cambio climático está directamente relacionado con el actual modelo
energético basado en los combustibles fósiles como carbón, petróleo y gas,
cuya quema libera a la atmósfera CO2, el principal de los GEI. Por ello, es
necesaria y urgente la transición hacia un modelo energético renovable,
eficiente, sostenible y justo que garantice el acceso universal a la energía.
Las
tecnologías existen y son competitivas en términos económicos, considerando
además los beneficios que proporcionan en cuanto a disminución de la
dependencia externa de combustibles fósiles, ya que los recursos renovables
son locales porque la energía proviene del viento, el sol, el agua y las plantas.
Crean además empleo local con mayor número de puestos de trabajo y
contribuyen a un aire más limpio, con las ventajas que esto tiene para la salud.
Estos cambios pueden suponer también un mayor control social y ciudadano
sobre nuestros recursos y suministros. Todo ello se puede potenciar además
fomentando que el ciudadano, como consumidor/a, tenga la información
necesaria como para incidir en una mayor demanda de productos y servicios
sostenibles a lo largo de toda su cadena de valor y especialmente en la gestión
de su demanda energética y en el autoconsumo con energías renovables.
La Conferencia de Cambio Climático de este año en París (COP 21) será
trascendental en la medida en que se alcance un acuerdo internacional
legalmente vinculante para después de 2020 que garantice una reducción de
emisiones suficientemente ambiciosa para evitar los peores impactos
ecológicos, económicos y sociales del cambio climático. Las políticas climáticas
en sus distintos niveles territoriales (europeo, nacional, regional o local) deben
plantear objetivos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero
acordes con las recomendaciones científicas (IPCC) que garanticen que no se
sobrepasan los 2 ºC de temperatura media global, o preferiblemente los 1,5 ºC
ya que cuanto más aumenten las temperaturas los impactos serán peores.
España se verá afectada por el incremento de los incendios forestales,
extremas sequías y aumento del nivel del mar entre otros impactos. Además,
es preciso adoptar ambiciosas medidas de reducción desde ahora mismo para
cerrar la brecha de emisiones antes de 2020, especialmente por parte de los
países desarrollados, y también establecer mecanismos posteriores al acuerdo
de Paris que permitieran aumentar la ambición de los objetivos si se observara
un agravamiento de los escenarios climáticos.
Todo ello nos lleva a la necesidad de mantener un gran nivel de ambición en la
reducción de emisiones a nivel mundial para 2050 que nos encamine hacia un
escenario global de cero emisiones.
En todos los sectores (industria,
generación de energía, transporte, agricultura, edificación, gestión de residuos)
es urgente poner en marcha medidas para reducir las emisiones, y todos los
países tienen que hacer esfuerzos para la mitigación, bajo el principio de las
responsabilidades compartidas pero diferenciadas, teniendo en cuenta sus
emisiones históricas y su grado de desarrollo e industrialización.
La transición a un nuevo modelo de producción y consumo sostenible no puede
hacerse sin proteger a los trabajadores afectados. Una transición justa exige
garantizar nuevas oportunidades de empleo de calidad y eso sólo puede
hacerse con políticas públicas, planificadas y sostenibles.
Tan importante como mitigar el cambio climático es implementar compromisos
de adaptación para favorecer la capacidad de las personas de resistir sus
efectos, incluyendo las reparaciones para las más empobrecidas y
marginalizadas que no han causado el cambio climático, con programas
específicos también en todos los niveles competenciales.
En el contexto internacional, un aspecto clave, especialmente para los países
en desarrollo, es el trasvase de financiación suficiente y adicional desde los
países industrializados para las políticas de mitigación y para las de
adaptación. Las contribuciones comprometidas en el Fondo Verde para el
Clima de 100.000 millones de dólares anuales para 2020 deberían ayudar a
desarrollar el cambio hacia un modelo bajo en carbono impulsando
particularmente las renovables y la eficiencia energética. El 50% de dicho
Fondo deberá destinarse a la adaptación, tal y como se acordó en Lima.
Para afrontar los retos climáticos hace falta una acción política clara, urgente y
transformadora. Esto sólo se conseguirá con una ciudadanía consciente de los
problemas y de las soluciones, una ciudadanía exigente y movilizada.
Plataformas
- Coalición Clima
- Plataforma por un Nuevo Modelo Energético
- Cumbre Social
- Coordinadora de ONGD
- Foro de Acción Rural
- Plataforma Rural
- Plataforma Tercer sector
Organizaciones
Avaaz, ECODES, CCOO, UGT, USO, UPA, COAG, CECU, Asgeco, Hispacoop, Manos Unidas,
InspirAction, ONGAWA, Oxfam Intermon, Caritas, Alianza por la Solidaridad, REDR, REDER,
Aproca, Fundación Renovables, Acción en Red, ECOOO, ATTAC, WWF, SEO/BirdLife,
Greenpeace, Ecologistas en Acción, Amigos de la Tierra, Fundación Global Nature, 350Bcn,
Xarxa per la Sobirania Energetica, Vivo sano
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