Los comienzos de curso son siempre apasionantes, porque se renuevan las ilusiones al iniciar nuevos retos, nuevos caminos y nuevas historias, ya sean personales o profesionales. De alguna forma, en todos los septiembres nos marcamos nuevas metas.
La de este curso político es ganar las elecciones generales; no podemos no hacerlo. La sociedad, los ciudadanos y ciudadanas lo necesitamos. Nos hace falta recuperar la ilusión, para tener un presente, para poder vivir dignamente. Y queremos, además, tener un futuro en el que nuestros hijos también lo hagan. Y, para ello, además de cambiar las viejas y caducas estructuras de la derecha, hace falta eliminar tanta desigualdad: derogar la reforma laboral, que tanto mal está haciendo, recuperar la esencia del Estado del Bienestar, con la sanidad y educación universales como punta de lanza; ocuparnos de los que peor lo pasan con esta maldita crisis económica, ocuparnos de todos los que son dependientes, de nuestros mayores, de nuestros hijos e hijas.
Y se puede hacer, qué duda cabe. Ahora, más que nunca, sabemos cuales son las diferencias entre la izquierda y la derecha. Sabemos que no es igual que nos gobiernen unos u otros. Conocemos, de primera mano, cuáles son las prioridades para cada opción política. Y tenemos en nuestra mano elegir y cambiarlo. En lo que a mí respecta seré uno más trabajando para que las próximas elecciones generales nos traigan, gracias a los votos de la mayoría de los españoles, a Pedro Sánchez como Presidente del Gobierno.
Con el deseo de que hayáis tenido un buen verano, os invito a ser protagonistas de excepción de un curso político determinante para todos y para todas. Participar de él será gritar alto y claro que queremos un cambio radical, pero responsable, en nuestras instituciones, como ya está ocurriendo en buena parte de ayuntamientos y comunidades autónomas, donde el PSOE gobierna para la mayoría.
Sin duda, Pedro Sánchez será el mejor Presidente del Gobierno de España.
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