viernes, 3 de noviembre de 2017

Comienza el debate del Proyecto de Ley de Suelo y Urbanismo de la Comunidad de Madrid

Llevamos 20 años en la Comunidad de Madrid sin estrategia territorial; tampoco hemos tenido, ni tenemos, ordenación o planificacion urbanística. 

Ayer jueves comenzamos con el debate de lo que acabará siendo la nueva Ley de Suelo y Urbanismo de la Comunidad de Madrid. 

Se sustanciaron las enmiendas a la totalidad, dos en total, de los Grupos Parlamentarios Socialista y Podemos. El guión se cumplió ya que la derecha de la cámara (PP + C´s) votó en contra de dichas enmniendas. Comienza ahora un proceso (largo) en el que una ponencia creada en el seno de la Comisión de Medio Ambiente, Administración Local y Ordenación del Territorio debatirá las casi 1.000 enmiendas presentadas a este Proyecto de Ley, el PL 3/17, de Urbanismo y Suelo de la CM. 

Aunque hemos hablado mucho de suelo y urbanismo en lo que llevamos de legislatura, hablaremos todavía más. Para comenzar os dejo el texto de mi intervención, así como el enlace al vídeo de la sesión. 

Sin duda ésta es una de las leyes más importantes de nuestro ordenamiento jurídico madrileño... y de la legislatura. Los socialistas lo hubiéramos hecho de otra manera, tanto de forma como de fondo. Lo iremos desgranando conforme avance el debate parlamentario. 

A continuación os dejo mi intervención, así como el enlace al video de la sesión


2 Proyectos de Ley: Enmiendas a la Totalidad (Tramitación acumulada) 2.1 Enmienda a la totalidad con devolución al Gobierno, presentada por el Grupo Parlamentario Socialista, al Proyecto de Ley PL 3/17 RGEP 3490, de Urbanismo y Suelo de la Comunidad de Madrid. (RGEP 4643/17).

Gracias Señora Presidenta, Señorías,

Seguro que todos somos conscientes de lo que estamos debatiendo.

Por si acaso, les indico que se pretende sustituir una norma que regula la intervención pública, y privada, en el suelo de esta Comunidad.

Un bien más que escaso, como saben.

Y nos preocupa, porque ya sabemos cómo el Partido Popular y la derecha de esta cámara suele hacer estas cosas,:
Ocupación del suelo sin rigor, obviando los intereses de la mayoría, sin tener en cuenta ni la diversidad ambiental de nuestra región, ni la sostenibilidad ni la necesaria planificación estratégica de nuestra Comunidad.

Verán, los socialistas hubiéramos hecho otra Ley. Y lo intentamos pero no fue posible. La mesa política truncó sus expectativas en su primera semana de funcionamiento, cambiando las normas aprobadas unilateralmente por la derecha de esta cámara.

Este hecho, unido a la falta de comunicación con las entidades sociales y profesionales, hizo de esa mesa un fracaso y nos sentimos expulsados de la misma.

Como lo es el Proyecto de Ley que el gobierno aprobó el pasado 4 de abril y que comenzamos a discutir hoy.

Muchos factores atestiguan que el PL 3/17, de urbanismo y suelo de la Comunidad de Madrid es una norma, insuficiente, excesivamente liberal, poco proteccionista con nuestro territorio y alejada del servicio público que el suelo debe procurar.

Es una mala norma para la Comunidad de Madrid Señorías.

El primero de los factores es la falta de consenso. Solo la derecha de esta cámara avala el Proyecto de Ley.

Las entidades ciudadanas, colegios profesionales, ayuntamientos, profesionales del sector han dicho alto y claro que querían otra ley.

La Federación de Municipios aprobó una resolución en su contra y más de 80 ayuntamientos de la región han aprobado mociones contrarias.
El segundo de los factores es que se han presentado dos enmiendas a la totalidad de este PL.

Y el tercero de los factores son las cerca de 1000 enmiendas presentadas por todos los grupos parlamentarios.

Señorías, este número de enmiendas es, en sí mismo, otra enmienda a la totalidad.

Los socialistas hubiéramos hecho una ley integral del territorio, urbanismo y medio ambiente. Una ley breve, con principios básicos, válidos para todos y para mucho tiempo. Lógicamente, cada gobierno hubiera hecho un reglamento, pero la ley sería siempre la misma. Una ley clara, evitando tecnicismos que solo entienden los iniciados, simplificando las normas urbanísticas, acercándola a los ciudadanos y ciudadanas. Hubiéramos hecho una concentración normativa para evitar las contradicciones actuales, y hubiéramos asegurado el desarrollo urbano sostenible y la necesidad de tener una estrategia territorial.

La inexistencia de estrategia territorial ha llevado a esta Comunidad al desequilibrio y al desorden.

En nuestro caso, el Grupo Parlamentario Socialista ha presentado, además de esta enmienda a la totalidad, 196 enmiendas a este texto, 78 enmiendas de adicción, 53 enmiendas de supresión y 65 de modificación, pero tengan en cuenta que la enmienda de modificación a la exposición de motivos tiene una extensión de 27 páginas.

Estas 196 enmiendas son el texto alternativo del Grupo Socialista Señorías y Altos Cargos del PP. Aquí lo tienen.

Le hemos dado la vuelta a este Proyecto de Ley, porque no es nuestro Proyecto de Ley.

Pero además de la forma, muy importante señorías, también hay muchos y trascendentes motivos de fondo que motivan nuestra enmienda a la totalidad.

Siendo positivo abordar la redacción de un nuevo texto de Ley del Suelo, el Proyecto de ley supone una oportunidad perdida para dar respuesta adecuada a las cuestiones fundamentales del urbanismo madrileño actual y futuro.

Es necesario que Madrid lidere el cambio de paradigma legislativo del urbanismo en nuestro país, que continúa enredado en el esquema normativo de la Ley del Suelo de 1956.

Porque se ha perdido la función pública del urbanismo en Madrid, de manera consciente y, por tanto, el control sobre la transformación del suelo con ausencia de participación ciudadana. Sólo de esta forma podemos entender toda la presunta corrupción generada en torno al suelo en esta Comunidad en los últimos 20 años.

Sin salirnos del marco normativo estatal, la Comunidad de Madrid puede y debe cambiar el rumbo de un urbanismo, que no cumple ya con lo que los ciudadanos esperamos de él.

El cuerpo central de la nueva Ley debe abandonar el modelo desarrollista que ha marcado el urbanismo de los últimos años, apostando decididamente por la ordenación de la ciudad existente y su recualificación, persiguiendo un modelo de ciudad compacta, con mezcla de usos y con nuevas áreas de centralidad.

Se trata de reformular la esencia de un urbanismo que debe mirar hacia la renovación urbana.

El proyecto, que no se apoya en un diagnostico territorial y urbanístico, elude la necesidad de plantear una renovación en profundidad del régimen urbanístico, capaz de afrontar los retos de la sociedad madrileña en el siglo XXI.

Renuncia así a la ordenación integrada del territorio, del suelo y del urbanismo.

No es admisible evitar el debate sobre la legislación de la planificación territorial en una comunidad que ha promovido procesos de clasificación masiva de suelo urbanizable sin planificación “explícita” territorial.

El proyecto profundiza en el abandono de la consideración del urbanismo como función pública, atribuyendo a la iniciativa privada por ley la actividad de urbanización y edificación, convirtiendo en secundario y residual el papel de la iniciativa pública municipal.

Este aspecto es especialmente negativo en actuaciones de regeneración y renovación urbana en las que el papel de la iniciativa pública debe de ser determinante.

Siendo positivo el reconocimiento de la necesidad de atender a la ciudad existente el Proyecto adolece de herramientas específicas para su desarrollo, sobre todo la participación ciudadana. Participación ciudadana que queda restringida exclusivamente y con carácter general, a los trámites de la información pública. Un convencionalismo. Hay que ser más valiente en este sentido.

Señorías, la legislación no es neutral. Las leyes deben servir para equilibrar consciente y voluntariamente y siempre para facilitar el acceso a aquellos más desfavorecidos o con mayores dificultades para alcanzar el goce de derechos, libertades, bienes o servicios.

Pero Señorías, también sirve para favorecer otros intereses. El PP en estos 20 años lo ha demostrado.

Y esta Proposición de Ley intenta desequilibrar la balanza a favor de unos pocos, los tenedores de suelo, frente al conjunto de los ciudadanos.  

Veamos, someramente, el proceso histórico:

o   En 2001 el gobierno de Madrid, sustentado por el Partido Popular, promulga una Ley del suelo, sin consenso político ni ciudadano, donde disminuye las cesiones obligatorias de suelos para dotaciones y servicios, que se venían realizando hasta ese momento, fijándola en un 10%.
o   Desde su promulgación, y a través de 13 leyes, se han realizado más de 100 modificaciones a esta Ley, prácticamente todas a favor de los propietarios de suelo o de los operadores del mismo, restando capacidades a las administraciones públicas y disminuyendo las cesiones para dotaciones y servicios públicos. 
Cuando se tramitó la prohibición de construir por encima de tres alturas los socialistas fuimos muy críticos con la misma, y lo seguimos siendo. Consideramos que fue una auténtica barbaridad desde el punto de vista urbanístico, económico y ambiental. Mis compañeros Modesto Nolla y Antonio Fernández Gordillo se lo repitieron hasta la saciedad.
 Urbanístico por cuanto proponía un modelo de ciudad extensivo y con mayores necesidades de dotaciones y servicios, especialmente los dedicados a la movilidad.
 Económico tanto por los costes añadidos para el mantenimiento y la prestación de servicios públicos en mayores extensiones, como por los mayores costes para los ciudadanos en desplazamientos y por las dificultades que se generaban para la implantación de negocios de proximidad, favoreciendo a las grandes superficies.
 Ambientales, por el excesivo uso de un bien escaso, como es el suelo, con las consiguientes consecuencias para los ecosistemas generales. Les recuerdo que el 56% del suelo de esta Comunidad está, protegido, aunque sería más correcto decir que, a la vista de los que hace el Gobierno de Cifuentes, está desprotegido.

Señorías, ésta es una norma pensada para operaciones y situaciones concretas, especialmente las que se encuentran dentro del ámbito del municipio de Madrid (Chamartín, Mahou-Calderón, Campamento, entre otras) o el denominado Distrito Norte de Alcorcón.
 Pero el problema es que para intentar disminuir el impacto de esta prohibición nada sostenible se han realizado recortes en las cesiones de suelo para dotaciones y servicios públicos y allí donde antes había que ceder al municipio 120 m2, por cada 100 m2 de edificabilidad lucrativa, ahora basta con ceder 30 m2, disminuyéndose esta cesión hasta en 15 m2, si se ajardinan interiormente y de forma privativa espacios de las urbanizaciones, un auténtico despropósito desde una concepción racional del espacio público.
 Se mantienen las exiguas cesiones de suelo, trasladándonos a la situación de la creación de las ciudades previa al año 1956, donde los espacios públicos, las propias calles, dependían de la buena voluntad del promotor.
 Es decir Señorías, el PP quiere que los madrileños tengan el menor beneficio posible de la gestión del suelo propiedad de todos y todas. ¿Qué piensa de esto C´s?
 Así mismo se han reducido de forma drástica los porcentajes de suelo que es obligatorio destinar a la promoción de viviendas para los que más dificultades tienen, pasando de un 50% de las viviendas a solo el 30% y sin ninguna limitación de las tipologías de protección.
 Incomprensible esta cifra. No tenemos parque público de viviendas en Madrid Señorías. Y este es un hecho gravísimo en términos de cohesión social, ya que mientras que en la UE hay 39 viviendas en alquiler por cada 1.000 habitantes, en Madrid hay 3 viviendas por cada 1000 habitantes.
 Es decir Señorías, el PP no quiere que haya vivienda protegida en esta Comunidad. ¿Qué piensa de esto C´s?
 Por otra parte la Disposición Adicional, pretende conformarse en una ley interpretativa de la propia norma, para intentar paralizar la acción judicial que ha venido dictando sentencias de la Sección Primera de la Sala de lo Contencioso Administrativo del TSJM. Señorías, no compartimos el intento, mediante un acto legislativo de ilusionismo, de hacer desaparecer los efectos de esa norma en determinados desarrollos del municipio de Madrid, minimizando la posible actuación del poder judicial, como se pretende con el redactado de la citada Disposición Adicional.

Señorías, Sra. Presidenta, voy terminando.


El equipo político que dirigía la ordenación del territorio de esta Comunidad ha cambiado por la crisis de gobierno regional de hace unas semanas.

Y tenemos una nueva oportunidad para hacer una Ley del Suelo y de estrategia territorial entre todos. Un texto consensuado en esta cámara y con las entidades ciudadanas, sociales, municipales y profesionales.

Una ley de estas características no puede ser de parte.

Este proyecto de Ley representa a una parte de la sociedad, precisamente a la minoritaria, dejando de lado a los más de 6 millones de madrileños y madrileñas.

Los ayuntamientos tienen mucho que decir, y son los grandes olvidados de este Proyecto.

Regeneración y rehabilitación urbana señorías, ese es el futuro de la planificación urbanística regional, al que debemos tender, teniendo en cuenta, y mucho, los aspectos ambientales y sostenibles.
Y este Proyecto de Ley los ignora.

Sr. Consejero, Sr. Rollan, me dirijo a Vd. ahora que termino volviendo a reiterarle la disposición del Grupo Socialista para la redacción de un texto consensuado, sin trampas, sin incumplimientos, sin prisa pero sin pausa.  Un texto de normas claras e inamovibles, reglas iguales.

Suya es la responsabilidad de conseguir una Ley consensuada por todos y para todos.

Si es así, estaremos encantados de colaborar en su redacción.
Si no es así, el Grupo Socialista defenderá los intereses de los municipios, de las asociaciones y colectivos y de los profesionales del sector.

Pero, sobre todo, los intereses legítimos de los madrileños y madrileñas, ya que la derecha de esta cámara, PP y, presuntamente  C´s, no se ocupan de ellos.

Repito, si no lo hacen Vds., lo hará el Grupo Socialista.


Gracias Señorías, Gracias Señora Presidenta. 

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