A FAVOR DEL AIRE
Cada año, Naciones Unidas dedica el Día Mundial del Medio Ambiente a alguno de los grandes retos ambientales a los que se enfrenta la comunidad internacional, y este 5 de junio es la contaminación del aire.
Nueve de cada diez habitantes del planeta están expuestos a niveles de contaminación que superan los niveles de seguridad establecidos por la Organización Mundial de la Salud. Se evalúan en unos siete millones de personas las que mueren prematuramente en el mundo, cada año, a causa de la polución.
Los niveles más elevados de contaminación del aire se registran en la región del Mediterráneo Oriental y en Asia Sudoriental; pero también se constata que la polución, dependiendo de sus niveles, reduce la esperanza de vida entre 2 y 24 meses en las ciudades europeas.
La contaminación del aire le cuesta anualmente a la economía mundial del orden de 5 billones de dólares USA debido a los gastos en asistencia sanitaria. Y se estima que la contaminación por ozono a nivel del suelo reducirá un 26% el rendimiento de los cultivos básicos para 2030.
Es inaplazable la acción de los gobiernos, de las empresas, y de la ciudadanía en su conjunto, frente a un grave problema que nos concierne a todos, porque a todos nos afecta.
La buena noticia es que cada vez más gobiernos se preocupan y legislan sobre el control y la reducción de la contaminación atmosférica. La mala es que aún hay responsables políticos que eluden la obligación de tomar medidas firmes para embridar los niveles de contaminación ambiental.
Crece el número de ciudades europeas que establecen y amplían áreas con restricciones al tráfico. La Comisión Europea estrecha el cerco a los incumplimientos en materia de polución atmosférica. Y se generaliza la preocupación ciudadana por la contaminación del aire y el deterioro del medio ambiente y por la crisis climática.
España dedica más de 3.600 millones de euros al año a tratar enfermedades provocadas por la polución; y es que, según un estudio de la Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública, unas 15 personas mueren cada día, solo en Madrid, como consecuencia de la alta contaminación.
Hay que seguir avanzando en la renovación del modo en que producimos, consumimos, nos movemos…, a fin de evitar las graves consecuencias para la seguridad, la salud pública y la sostenibilidad ambiental, que se derivan de toda forma de contaminación.
Nuestras ciudades necesitan estrategias para mitigar el impacto del cambio climático; que se reduzcan los niveles de contaminación ambiental y se mejore la calidad de vida de sus residentes; una movilidad sostenible, más y mejor transporte público y menos vehículos contaminantes; fomentar el ahorro y la eficiencia energética; más espacios para la gente y menos para los malos humos.
Nuestras ciudades necesitan ser más seguras y saludables. Necesitan ir a favor del aire.
El video ha sido compartido desde la web de Naciones Unidas en el siguiente enlace.