viernes, 28 de junio de 2024
miércoles, 19 de junio de 2024
¡STOP RAPE NOW!
19 de JUNIO: DÍA INTERNACIONAL CONTRA LA VIOLENCIA SEXUAL EN CONFLICTOS ARMADOS.
Desde el fin de la Guerra Fría, los conflictos armados, las guerras, ya no son iguales: la mayor parte de ellas son civiles, dentro de un mismo Estado, en contextos muy inestables y con trágicas consecuencias humanas. Las formas incluyen métodos donde la violación masiva de los Derechos Humanos es habitual, donde se recluta a niños y adolescentes, donde el miedo y el terror son estrategias en un concepto asimétrico de conflicto profundamente violento e ideologizado por razón de etnia, credo o control económico.
En Ucrania y en Gaza ahora, antes en Bosnia o Ruanda, nuestro compromiso sigue siendo la eliminación absoluta de la Violencia Sexual en Conflictos Armados.
Para más información:
También en el libro de Rafael Gómez Montoya La violencia sexual en conflictos armados: un arma de guerra fuera del control de la legalidad internacional.
martes, 11 de junio de 2024
ANTIGUO EGIPTO
Localizado un brazo extinto del Nilo que explica la enigmática ubicación de las pirámides de Egipto.
Un nuevo estudio localiza y cartografía una antigua rama del río que fluía por la zona donde se hallan estas estructuras y que hoy es pleno desierto.
Las pirámides de Guiza (Egipto) están reconocidas como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
MARC ESPAÑOL.
La mayoría
de las pirámides del antiguo Egipto se agrupan en una estrecha franja
de desierto que se extiende a lo largo de la falda de la meseta del desierto
occidental del país. Se da por sentado que estas monumentales estructuras se
construyeron cerca de vías fluviales que facilitaron el transporte de los
materiales de construcción y la mano de obra. Pero hoy el Nilo, que es el único
río que riega esta inhóspita tierra, fluye a kilómetros de distancia. Y sus
antiguos brazos, incluido el que debería explicar la concentración de pirámides
en una franja que ahora se encuentra en pleno desierto, continúan sin
conocerse bien del todo.
En un intento
de seguir resolviendo este enigma, un equipo de investigadores de diversos
países ha identificado recientemente segmentos de un importante brazo extinto
del Nilo —al que han bautizado como el Brazo de las Pirámides—, que atraviesa
precisamente la zona. Gracias a imágenes de radar por satélite, perforaciones
profundas del suelo y análisis geofísicos, el grupo ha podido estudiar la parte
del valle del Nilo que se halla junto a las pirámides. Y tras una
investigación exhaustiva, publicada por Nature la pasada
semana, sostienen que este brazo fluvial fue fundamental para la construcción
de las icónicas estructuras egipcias.
“El hallazgo
de este antiguo brazo, cerca del emplazamiento de las pirámides, indica que
efectivamente desempeñó un papel clave en el transporte de los enormes
materiales de construcción y de los obreros necesarios para su construcción”,
apunta Mahfooz Hafez, uno de los miembros del equipo y del Instituto Nacional
de Investigación en Astronomía y Geofísica de Egipto (NRIAG). Para este
especialista, el brazo extinto era parte de una “superautopista de transporte
fluvial”.
A lo largo de
los últimos milenios, el paisaje del valle del Nilo a su paso por Egipto ha
experimentado grandes cambios. El estudio señala que hace unos 12.000 años,
durante el llamado Período Húmedo Africano, el árido desierto del Sáhara se
convirtió en un entorno parecido a la sabana, con amplios sistemas fluviales,
debido a un aumento global del nivel del mar. Entonces, el Nilo contaba con
brazos secundarios que discurrían por su llanura aluvial, y la vida humana aún
no se concentraba en su valle por los altos niveles de agua.
Esta fase
húmeda de la región fue terminando de forma gradual hace alrededor de 5.500
años, lo que empujó cada vez a más personas a desplazarse hacia zonas elevadas
ubicadas en los límites de la llanura aluvial del valle del Nilo, que todavía
estaba bañada por varias serpenteantes ramificaciones del río. Durante aquella
transición llegó el período del Reino Antiguo de Egipto, sobre el 2.600 antes
de Cristo, que fue cuando se construyeron las primeras pirámides.
Entonces, como
ahora, el Nilo fue la principal fuente de vida para Egipto. Pero con el paso
del tiempo, y la paulatina desertificación de la región, su curso central
continuó desplazándose hacia su base y sus brazos secundarios se secaron,
abandonando antiguos asentamientos humanos en latitudes cada vez más remotas.
Por dónde fluían exactamente aquellas ramas del Nilo y qué aspecto presentaban,
sin embargo, sigue siendo en parte un rompecabezas.
En el pasado
se han llevado a cabo estudios para intentar localizar estos antiguos brazos
del Nilo, e investigaciones recientes habían detectado una rama fluvial y un
entorno parecido a un pantano a los pies de las pirámides de Guiza. El
trabajo recientemente publicado refuerza la existencia de un brazo fluvial
perdido hace mucho tiempo, pues es el primero que proporciona un mapa de aquel
entorno en la franja desértica donde se concentran las pirámides. También
aporta nuevas claves sobre por qué se levantaron en sus ubicaciones actuales y
cómo los antiguos egipcios accedían a sus complejos.
“Se habían
realizado estudios para descubrir antiguos canales enterrados del Nilo, pero
esta vez dirigimos nuestra atención a conocer la relación entre el río y las
pirámides, y a por qué están todas distribuidas en la orilla occidental del
Nilo”, señala Hafez.
En busca de templos perdidos
Mediante el
análisis de imágenes de radar, los investigadores han podido identificar que el
brazo de las pirámides se hallaba entre 2,5 y 10 kilómetros al oeste del curso
moderno del Nilo. Tenía una profundidad de entre dos y ocho metros, una anchura
de 200 a 700 metros, y se extendía a lo largo de unos 64 kilómetros, bordeando
una treintena de pirámides.
Las pirámides
del antiguo Egipto se hallaban en complejos con otras estructuras, incluido un
templo relativamente alejado a orillas de un cuerpo de agua conectado con el
resto mediante una calzada. El estudio señala que estos templos actuaban como
puertos fluviales, y ha determinado que los cinco que han sobrevivido
parcialmente hasta hoy se encuentran junto a la orilla de lo que fue el brazo
fluvial de las pirámides y que todas las calzadas discurren perpendiculares a
su curso. Los investigadores apuntan que el hallazgo podría ayudar a encontrar
otros templos que ahora permanecen enterrados. “Creemos que abrirá la puerta a
la excavación a lo largo del brazo de las pirámides para descubrir más
yacimientos arqueológicos y quizás conducir a un gran hallazgo en el
futuro”, nota Hafez.
Los
investigadores también proponen que la ubicación de estos templos puede
resultar útil para conocer la evolución de los niveles de agua del brazo
fluvial. Así, la pirámide romboidal y la pirámide roja del complejo de Dahshur,
al sur de El Cairo, se encuentran muy adentro del desierto, y los datos de
radar revelan que su templo-puerto se alzaba frente a la orilla de un canal
extinguido del brazo de las pirámides. Por el contrario, las pirámides de la
Quinta Dinastía, aproximadamente entre el 2.500 y el 2.350 antes de la era
común, se ubican en altitudes bajas y más próximas a la llanura aluvial, lo que
indica unos niveles de agua bajos. Las calzadas de las grandes pirámides de
Guiza, por su parte, desembocan en una suerte de bahía fluvial que enlaza con
el brazo de las pirámides, y la mayor de las tres, la gran pirámide de
Keops, parece conectar directamente con el brazo ahora localizado.