miércoles, 14 de agosto de 2019

Discurso de Ángel Gabilondo


Discurso de Ángel Gabilondo en el debate de investidura en la Asamblea de Madrid hoy 14 de agosto de 2019.






Señora Díaz Ayuso, que usted se proponga como candidata paladín de la libertad nos obliga a algunas consideraciones.

Partimos del supuesto de que todos somos diputados y diputadas libres y defensores de la libertad. Pero no todos la consideramos ni la entendemos de la misma manera. Y esto es decisivo.

En última instancia, la política es la teoría y la práctica de la libertad. Y las distintas posiciones de los grupos obedecen a la diferencia en el modo de comprenderla.

Señora candidata, su programa de gobierno se abriga en un grito: “Madrid está en peligro”, y se resume en hacer de nuestra región un bastión para, según dice, cambiar las políticas de izquierda en una Comunidad, sin embargo, gobernada veinticuatro años por sucesivos gobiernos conservadores.

¿Qué reivindicación abstracta de la libertad es esa que no alcanza a toda la población y conculca libertades? ¿Quién está en peligro en Madrid? ¿Qué acecha a nuestra Comunidad, señora candidata?

Esgrimen su libertad para hacer frente común y frenar a lo que caricaturizan como “la izquierda totalitaria”, que por lo visto somos y representamos decenas de diputados de esta Asamblea. ¿Es esa su noción de la libertad? No compartimos esa visión frentista de la misma que pretende dejar al margen a la mitad de nuestra Comunidad.

Su alianza no es la de un gobierno de la libertad, sino la de la voluntad de permanecer en el poder o de ampararse en él. Su temor fundamental no es perder libertad, su temor es perder el poder. No nos presenta un programa para ampliar los horizontes de libertad, sino para sujetar en su concepción a los adeptos, enfrentados a quienes pensamos de otra manera.  

El sueño de la libertad personal concebido por los padres del liberalismo, que muchos diputados dicen suscribir, se sustenta en algo que, sin embargo parecen ustedes olvidar, en la necesidad de establecer las condiciones económicas y políticas para que la libertad sea real en todos los seres humanos, para todos los seres humanos. La defensa de los derechos y las libertades empieza por el reconocimiento de esta igualdad fundamental.

Así que cuando en su programa habla de la libertad, por ejemplo de elección, ¿qué libertad es esa si no se hace al amparo de la igualdad de oportunidades?, ¿de la igualdad de condiciones?

Lo que peligra es el equilibrio, la cohesión social, el bienestar, la sociedad del bienestar, cuando los denominados impropiamente liberales se alían a los conservadores, escorándose aún más a la derecha con el canto de sirena de que es preciso frenar la agenda político-cultural de la izquierda. ¿Unidos, liberales y conservadores frente al cambio para agradar a la derecha más extrema? ¿Es ese el horizonte de este pacto que consideran histórico entre PP, Ciudadanos y Vox?

Ese frentismo bloquea una solución conjunta y un trabajo coordinado. Al hablar de “peligrosos izquierdistas” pretenden más atemorizar a una sociedad, sin embargo, informada y madura, que solucionar los problemas que acucian a los ciudadanos.

El Gobierno de la Comunidad de Madrid no puede tener como fundamento y propósito primordial ser un bastión, un baluarte contra el Gobierno de España, cuando no coincide con su bloque político. 

Y resultaría más fecundo que los objetivos fueran otros que este aferrarse al poder a costa de desconsiderar a gran parte de la población madrileña.

Puestos a hablar de exclusiones, en Madrid, nuestra gran y próspera Comunidad, hay no poca pobreza, por ejemplo pobreza infantil y juvenil, y ello es insoportable ética, social y políticamente. Usted no reconoce el problema, lo atribuye a la “asombrosa crítica favorita de cierta izquierda”. Sin embargo, la pobreza es la gran exclusión, la gran soledad, su gran silencio, señora candidata, la puesta en cuestión de la efectiva libertad personal. Y no hallamos ninguna acción integral en su programa para afrontarla. Salvo que se entienda la solidaridad simplemente como una ayuda a quien lo necesite, y no como un instrumento de libertad y de justicia para que cada uno pueda decidir su destino, sin verse fatalmente determinado por sus circunstancias sociales o económicas. O salvo que considere que la marcha de esta economía que propugnan produce automáticamente igualdad, cuando la experiencia más bien muestra que provoca una mayor desigualdad y no poca precariedad.


Nos encontramos ineficiencias que tienen que ver con la incapacidad para atender la cronificación de la pobreza en nuestra Comunidad. El 19% de la población está en situación de pobreza o exclusión social (Datos del INE) y ello a pesar de ser la Comunidad más rica de España. 197.000 niños y niñas están en situación de pobreza extrema, un punto y medio por encima de la media estatal (Datos de Save The Children). Y aún no hay consensuadas políticas adecuadas al respecto.

Albert Camus señala que la libertad no es más que la oportunidad de mejorar. Y en nuestra Comunidad, a su juicio “la región más libre de España para vivir”, “el lugar donde las cosas suceden”, hay sectores de la población que están alejados de esa posibilidad de mejorar, de emanciparse, de tener autonomía personal. La política de esta Asamblea, y la del Gobierno, habrían de reequilibrar oportunidades.

Si nuestra lista ha sido la más votada, además de por otras razones, es sobre la base del cambio imprescindible y la necesidad de mejorar la calidad de nuestra democracia, de una verdadera regeneración y de una mayor justicia social. Y es lo que propugnamos.
Pero eso no se logra sustentando y apoyando las políticas desarrolladas y el modo de proceder de los gobiernos del Partido Popular. Por cierto, ustedes han perdido 830.000 votos y 42 escaños desde 2011 (18 de ellos en esta última convocatoria), mientras a su vez son apuntalados por otras formaciones que parecen encontrar adecuado que prosigan en el poder. Basta comprobar la experiencia de estos cuatro últimos años. El apoyo decisivo de Ciudadanos, supuesto centrismo ahora sazonado con las aportaciones de Vox, no ha hecho, ni hace, sino sostener un Gobierno conservador y ratificar la situación.

 Insisten en que Madrid es el motor económico, pero sin embargo eso no logra equilibrar justamente nuestra región ni darle la necesaria cohesión social. Nuestra Comunidad no ha sido referencia precisamente por ser ejemplo ni ejemplar en el modo de proceder, hasta el punto, en ciertos extremos, de haber ofrecido un espectáculo y no pocos resultados y abusos lamentables.

No creo que sea necesario establecer ante esta Cámara la relación de hechos y sucesos que acreditan que es imprescindible la alternancia política en la Comunidad de Madrid para una profunda regeneración que suponga una mayor calidad democrática. ¿Podrá esta Comunidad desprenderse de todo un modo de proceder, de presunta corrupción, con indicios que están siendo investigados? ¿Podrá lograr que se defienda el interés general y no intereses particulares o privados, incluso propios? La cuestión es grave, ya que ha alcanzado a no pocas personas vinculadas a las acciones de gobierno.

El cambio político se revela como una urgencia. Sin embargo, ni su programa ni sus socios lo propician. Su propuesta no ofrece ningún análisis ni crítica alguna al respecto. No basta simplemente con un cambio del titular del poder, que también, sino de la forma de ejercerlo. Se precisa un nuevo modo de concebir las políticas públicas de interés público, no de reducirlas. Y su programa, incluso cuando propone mejoras, no hace sino ratificar un modelo conservador y apuntalarlo, sin abordar cuestiones decisivas.

Un eje determinante del cambio que no auspician habría de consistir en recuperar el liderazgo económico de Madrid y alcanzar el liderazgo social. Nuestra Comunidad tiene un potencial enorme: el mayor PIB junto con Cataluña y el mayor PIB per cápita de España, seis universidades públicas que con algunas de las privadas aglutinan buena parte de la investigación científica española, museos considerados entre los mejores del mundo y los mejores hospitales públicos del país. Sin embargo, nuestra economía tiene grandes problemas: debilidades estructurales, desigualdades, desequilibrios, endeudamiento e inestabilidad política.


Su acuerdo de gobierno ratifica un modelo económico caduco y sin horizontes, insostenible. Sin otra ambición que la de ser continuista y que, desgraciadamente, consolida las desigualdades económicas y sociales en nuestra Comunidad.

·      No han realizado un mínimo diagnóstico de situación que permita saber cómo, a pesar de ser una de las comunidades autónomas que más rápidamente han recuperado su nivel de actividad previo a la crisis económica, seguimos teniendo 335.510 desempleados.
·      No plantean objetivos, ni siquiera los nombran, para corregir la lamentable brecha salarial entre hombres y mujeres. El salario femenino es un 20% más bajo que el masculino. En nuestra región, las mujeres suponen el 72% de la contratación parcial, contratación que lleva aparejada menor salario.
·      Por no hablar del número de trabajadores que ingresan menos del Salario Mínimo Interprofesional.
·      La tasa de desempleo media en 2018 (que ascendió al 12,22%) todavía duplica la que teníamos en 2007 (que era del 6,24%) y en jóvenes menores de 25 años la tasa supera el 30%.
En su programa se constata claramente la apuesta por un modelo económico de bajo valor añadido, que dualiza nuestra sociedad. Un Madrid donde impera la ley de quien tiene más posibilidades, más oportunidades, no más capacidades, lo que supone una reescritura de la ley del más fuerte, u otra forma de supremacismo, donde ganan los que tienen y pierden los que necesitan del impulso de la buena política para mejorar sus condiciones de vida.

El deterioro hasta la inexistencia de un sistema productivo vertebrado ha hecho que el peso de la industria en el PIB regional esté en un escaso 9% y que se hayan destruido 12.000 empleos en el sector, cuando habría que haber hecho esfuerzos ímprobos para estar en el 20%, tal y como nos solicita la Unión Europea.


Parecen celebrar un programa sin proyecto, de parcheo, de continuismo y resignación, en lugar de ofrecer reformas y propuestas que afronten las causas de la actual situación. Basta escuchar su discurso sin horizonte del día de ayer.




Madrid necesita un proyecto vinculado a la sociedad del conocimiento, a la ciencia, a la investigación, a las artes y a la cultura, a la innovación y a las nuevas tecnologías. Solo así habrá una adecuada sostenibilidad.

Deberíamos hablar de qué forma impulsar Madrid como una de las regiones más dinámicas de Europa e invertir en nuestro I+D+i. Usted promete un incremento del 2% respecto del Producto Interior Bruto, ¿ha calculado lo que esto significa y supone?, ¿no es más realista y comprometido hablar de un incremento del 2% del presupuesto de la Comunidad que es competencia autonómica?  Es necesario apostar por los ecosistemas emprendedores y reconfigurar nuestro modelo de crecimiento económico, situándonos a la altura de las grandes regiones europeas, concretamente en materia de industrias innovadoras, capital creativo y sostenibilidad. Por cierto, resulta incomprensible que los gobiernos conservadores de la Comunidad de Madrid hayan carecido de política europea, con una clamorosa ausencia en el Comité de las Regiones.

Necesitamos una verdadera estrategia de crecimiento económico en la Comunidad, basada en la modernización de nuestro sistema productivo y en el fortalecimiento del diálogo social, de la mano de los agentes sociales, empresarios y sindicatos. La mejora de nuestro modelo económico precisa un acuerdo político y social y un grupo específico que identifique objetivos concretos y medibles por el empleo de calidad, la mejora de las condiciones laborales y de la productividad y que luche contra la precariedad y la erradicación de la brecha salarial.

Y resulta primordial propiciar un acuerdo de consenso en esta Cámara sobre la propuesta para el sistema de financiación autonómico, de donde provienen gran parte de nuestros recursos, y conocer y debatir los criterios que hemos de hacer valer conjuntamente, y que guarde el equilibrio y la solidaridad territorial, tal y como reconoce nuestra Constitución. Y tras la aprobación de dicho modelo, realizar un debate sobre sostenibilidad fiscal, armonizado con las otras comunidades autónomas y encaminado a beneficiar fiscalmente a jóvenes, familias en especial dificultad y autónomos.

 Por cierto, bajar impuestos a costa de incrementar la deuda, como hasta ahora vienen haciendo, y sin mejorar claramente los servicios públicos ha sido un error, es un error y seguirá siendo un error. Por ejemplo, en diciembre de 2018 aprobaron una rebaja fiscal con un impacto de 162 M€, mientras la deuda de 33.270 M€ se incrementó en 1.880 M€ más hasta marzo de 2019.

Y si se trata de defender los valores y derechos de una sociedad libre ¿qué piensa hacer para eliminar cualquier discriminación que impida el pleno disfrute de la ciudadanía? Y aquí, de nuevo, todo está poblado de incertidumbre con la alianza que proponen.

La desigualdad, singularmente la existente entre hombres y mujeres, se expresa de muchas maneras, desde la violencia de género hasta las agresiones sexuales y los estereotipos sexistas, pasando por la realidad de la brecha salarial, y es necesario un ejecutivo autonómico que afronte todo esto.

Su acuerdo de gobierno no asume en ningún momento el Pacto de Estado Contra la Violencia de Género. Y echamos en falta la aprobación de una ley de igualdad entre hombres y mujeres que la garantice. Y que considere y reconozca la aportación del feminismo en la consolidación y ampliación de los derechos civiles.

Es necesario hacer efectiva la ejecución plena de las leyes LGTBI con las que evitar los delitos de odio, y lanzar un mensaje muy claro: cuanto más se cuestionen la igualdad y la diversidad, más comprometidos hemos de estar con ellas desde la Comunidad de Madrid.

Nuestra preocupación por la desigualdad se extiende también a la desigualdad social. Como reiteradamente solicitamos, se precisa una nueva Ley de Servicios Sociales de nuestra región y un mapa de las necesidades sociales de la Comunidad para dimensionar, programar y territorializar las decisiones al respecto.

Es imprescindible reducir las listas de espera de la Ley de Autonomía Personal, y se precisa un programa base común en los municipios para abordar el fenómeno de la soledad y el aislamiento.

Por otro lado, ¿qué será de las organizaciones que trabajan con personas inmigrantes en situación irregular para facilitar su proceso de incorporación? ¿Qué pasará si recurren al sistema sanitario, o si sufren violencia de género? No acudirán a los servicios públicos si piensan que serán expulsadas del país.

No debemos olvidar el estancamiento existente en la Administración de Justicia de la Comunidad de Madrid, la situación insostenible en las sedes judiciales, y el lamentable coste que ha supuesto la fallida Ciudad de la Justicia.

Para hacer efectivos los derechos civiles y sociales, es necesario impulsar buenas políticas públicas, buenos servicios públicos. La falta de inversiones en educación, sanidad y servicios sociales incrementa los gastos asumidos por las familias, o conduce a externalizarlos o concertarlos. Y la solución no son los cheques.

Defendemos un modelo educativo abierto y plural. Es preciso corregir los desequilibrios en educación para afrontar la segregación escolar, la falta de inversión y la adecuación de la educación pública a los estándares de las regiones más desarrolladas de Europa.

No hay ninguna medida que potencie la educación pública de calidad, que ha de ser la piedra angular, la base del sistema. Desde luego en recursos, en infraestructuras y en personal. ¿Cómo lograrlo si la inversión en los conciertos educativos ha subido un 23,97% los últimos diez años, mientras que el presupuesto para la educación pública se ha incrementado solo un 1,66%?

Su política educativa se limita a la continuidad, incluso de aspectos menos positivos, con una visión de la FP que, siendo imprescindible potenciar, ahonda en los problemas actuales e insiste en programas que nunca se han evaluado y que presentan serias dudas sobre su efectividad.

Es necesario un ambicioso plan de rescate universitario que incluya su financiación (plurianual, predecible, suficiente e incentivadora, con rendición de cuentas), una decidida acción contra la precariedad del profesorado universitario y un objetivo claro de recuperar unas tasas universitarias como las de 2.011, así como un Plan Regional de Investigación Científica e Innovación Tecnológica. Y ejecutarlos.

Es urgente recuperar el terreno perdido en la sanidad pública, después de llegar a ser una de las regiones que menos invierte en relación a su PIB y tras constatar que el 40% de la tecnología de nuestros hospitales tiene más de 10 años.

Anunciar un plan de inversiones en infraestructuras hospitalarias sin concreción económica ni horizonte temporal, e incluyendo siete hospitales sin diferenciar las grandes inversiones de las de menos cuantía nos hace recordar los innumerables planes de la anterior Legislatura que se anunciaban aunque no se implementaban.

Pero lo realmente alarmante es, por un lado, la inadecuada consideración de la salud pública, cuya ley fue anunciada muy tardíamente. Y, sobre todo, el destino de no pocos recursos públicos en beneficio desmesurado de instituciones privadas, mientras a la par se ve afectada la calidad en los recursos humanos y sanitarios, y las inversiones y necesidades en la sanidad pública, dificultando lograr más tiempo de atención, y regular las listas de espera o impulsar el Programa de Atención Bucodental Infantil o la mejora de la Atención Primaria con el desarrollo de la enfermería y de la atención domiciliaria.




A su vez, precisamos entornos de vida, habitables, sostenibles y con condiciones adecuadas para desarrollar nuestra existencia en materia de ordenación del territorio, transportes o vivienda.

La forma de afrontar la emergencia climática va a condicionar de modo vertebral toda nuestra vida política, social y económica en las próximas décadas.

Todos, especialmente los más jóvenes, reclaman, con justicia, su derecho a no sufrir las peores consecuencias del cambio climático y hemos de asumir el reto de la transición energética en aquellos campos que nos correspondan.

Al respecto, es preciso implicar a todas las administraciones públicas, especialmente las municipales. Que el partidismo no nos haga detenernos o incluso retroceder. Lo de Madrid Central, por ejemplo, es una necesidad, no un capricho ideológico.

Si en algo es preciso un amplísimo consenso es en una nueva y necesaria Ley del Suelo y Ordenación del Territorio de la Comunidad de Madrid, ausencia notable del programa de gobierno presentado.

La falta de participación y de iniciativas coherentes y centradas en los problemas de los ciudadanos ha generado un empeoramiento en servicios de movilidad. Un ejemplo lamentable es Metro de Madrid, en el que hay que mejorar las frecuencias, las plantillas, la adquisición de materiales, sin olvidar los planes de “desamiantado” o los problemas de seguridad.

La vivienda debe ser una política nuclear para abordar los problemas de emancipación juvenil, ayuda a las familias en riesgo de exclusión y la gentrificación.

Por otra parte, puestos a preconizar la libertad, no queda claro hasta qué punto se comprende la libertad de creación, el sentido y la función de la cultura articulada entre el proceso de creación artística, la gestión cultural y el derecho a la cultura. Esto exige evitar la tentación dirigista o intervencionista y reforzar los espacios de participación.

Se anuncia un nuevo Plan de Inversión Regional cuando aún no está liquidado el PRISMA 2008-2011, ampliado a 2015, y el PIR 2016-2019, ampliado hasta 2020. Los ayuntamientos tienen derecho a poder planificar estratégicamente sus políticas. Basar la financiación en planes inestables genera, como hemos comprobado, enormes dificultades en la gestión que deben hacer los municipios y propicia la desigualdad territorial.

Necesitamos de inmediato un pacto local en Madrid ya que resulta imprescindible abordar una cultura de cooperación entre instituciones regionales y locales y la aclaración definitiva de competencias con financiación adecuada.

En definitiva, estos aspectos muestran transversalmente un asunto decisivo y que a todos nos concierne, el de la necesidad de la ética pública para la calidad de la democracia. Esto es, el de la vinculación entre la regeneración democrática, la fortaleza de las instituciones públicas, los derechos y libertades de los ciudadanos y la buena gestión de los servicios públicos.

Me siento, nos sentimos, vinculados a cuantos votaron el 26 de mayo con este sentimiento y esta convicción, los de fortalecer la calidad de la democracia en nuestra Comunidad. Y por esa fundamental razón y, a la par, para no ser injusto con esa voluntad expresada no solo por quienes dieron su apoyo al Partido Socialista, sino por tantísimos otros, no debemos votar afirmativamente a un candidato, en este caso a una candidata, del Partido Popular de Madrid.

Hoy, cada quién votaremos según nuestra libertad de conciencia, y así ha de ser, pero globalmente el mensaje ha de ser ejemplar ante la sociedad que nos ha elegido para representarla, ejemplo de ética pública, de su construcción diaria en cada institución. Y lo que hagamos resultará moralizante o desmoralizante socialmente.

Este Parlamento mostrará hasta qué punto consideramos que han de utilizarse las instituciones en interés general, o particular; si lo sucedido durante tantos años merece reconocimiento o rechazo; si considera adecuada la presunta financiación ilegal, a costa de los impuestos de todos los ciudadanos, para asimismo favorecer las campañas electorales propias; o si a su vez los posibles favores a los entornos más cercanos, de amigos y familiares, han de considerarse poco o muy relevantes.

Y así también con nuestro voto diremos a la sociedad si la violencia de género es un asunto grave que merece atención prioritaria, o si la brecha salarial entre hombres y mujeres es una cuestión irrelevante, o si los servicios públicos deben depender de un cheque o de un sistema garantista y de calidad. Con estas consideraciones no ponemos en cuestión la libre decisión personal. Son un modo de subrayar que la ética pública es también la expresión conjunta, resultado de la intervención de cada singularidad. Y eso tendrá lugar hoy.

Siempre he considerado que la actividad política exige una condición, que no es patrimonio exclusivo de la misma, la de ser honesto con uno mismo para serlo con los demás. Y sé que esto no es una rareza personal ni peculiar. La compartimos. Es un valor social y común que hemos de hacer valer en esta Asamblea.

Señorías, en esta sesión podría haberse presentado una propuesta para el cambio en Madrid; por el contrario asistimos a la consolidación de un modelo que a nuestro juicio resta a nuestra región una nueva oportunidad. Llama la atención que el pacto PP-Ciudadanos-Vox sea el pacto del silencio sobre la pobreza y la desigualdad por considerarla un aspecto lateral o menor, incluso poco significativo. Y esto no alcanza únicamente a quienes se encuentran en esta situación de indefensión. Y no solo porque la vulnerabilidad y la precariedad laboral, además del desempleo, afecta o puede afectar a miles de personas, sino porque eso nos concierne a todos como ciudadanos, más aún, exactamente como personas.

No me corresponde hoy presentar un programa de gobierno con otro modelo para Madrid. Todos saben que esa posibilidad no ha sido tomada en consideración por el señor presidente de esta Asamblea. Y conocen la controversia que ello ha supuesto. Y supone.

Por otro lado, resulta grave que hoy se consolide la política de bloques y su tendencia al bloqueo, al conservadurismo, a la confrontación, mientras, por ejemplo Ciudadanos se ha negado a cualquier conversación política con casi la mitad de los votantes de Madrid, desde luego con el grupo socialista; en concreto, conmigo. Las negociaciones entre ustedes estas semanas no auguran ni estabilidad, ni moderación, sino frentismo y desconsideración. Y lo que necesitamos es desbloqueo, apertura y consenso.

No comparto que hayan decidido continuar y ahondar en sus políticas. Respetado queda, pero no encontramos que sean las mejores para nuestra Comunidad.  Sus planteamientos como candidata, señora Díaz Ayuso, por las políticas que representa y sustenta, no son los anhelados, ni han sido los preferidos por la población, mientras un Madrid lleno de fecundas posibilidades sigue inexplorado, esperando poderse desarrollar.

El modelo que nos presentan no ofrece un proyecto de reforma ni de transformación y prosigue interesadamente escorado a la derecha, incluso más allá. Continúa e incide en la inercia de unas políticas que cuestionan en muchos ámbitos, y a no pocas personas, el ejercicio de una efectiva libertad, la de sus derechos con políticas que no les permiten un proyecto libre de vida.  

Desde el respeto y, por supuesto, con plena lealtad institucional a lo que decida esta Asamblea, considero, consideramos, que su candidatura y su programa no merecen ser apoyados para su investidura. Crecer en libertad es crecer inclusivamente.

Muchas gracias.                



jueves, 1 de agosto de 2019

¡Felices y SOSTENIBLES vacaciones!


Consejos para unas vacaciones de verano más sostenibles.

Aunque debemos tenerlos en cuenta todo el año, unos consejos para que nuestra huella turística sea la menor posible a la vez que disfrutamos de unas merecidas vacaciones. 


Utiliza el transporte público, camina o monta en bici, siempre que sea posible: el transporte y la contaminación derivada de los vehículos particulares es una de las grandes amenazas a las que se enfrentan los entornos urbanos. Visitar una ciudad haciendo uso de un transporte ecológico no solo contribuirá a mejorar la calidad del aire de la zona, sino que también te permitirá descubrir los secretos del sitio en el que estás.

¿Te quedas en casa y no sabes bien qué hacer?, ¿qué tal empezar con tu huerto urbano? Las vacaciones son el momento perfecto para sacar tiempo y hacer todas esas cosas que dejamos pendientes durante el curso. 

Consume local: en realidad, este consejo es aplicable a cualquier sitio al que vayamos. Descubrir una ciudad también pasa por adentrarse en su gastronomía y pequeños negocios. 

¿Y si estamos en casa? Es importante que limitemos el consumo de aire acondicionado. Para ello nuestra mejor opción es dejar las persianas completamente bajadas durante el día para que entre la menor cantidad de luz y calor. Con este pequeño detalle nos encontraremos con un hogar mucho más fresco y sostenible cuando lleguemos a casa.

No dejes rastro: una acampada, un picnic en la playa… Son planes sin duda llamativos para esta época del año. Resulta fundamental que recojamos todo, absolutamente todo, lo que llevemos y no dejemos ningún residuos. En verano también podemos Reciclar, Reutilizar y Reducir. 

Cuidado con el ruido: la contaminación acústica, a pesar de silenciosa, genera enormes estragos en el entorno. Nunca debemos olvidar que entornos naturales no estamos solos, y que hay una fauna presente en el ecosistema que visitamos que no desea ser molestada.

Limita tu consumo de plástico: hemos insistido en las terribles consecuencias del abusivo consumo de plástico, especialmente de aquellos de un solo uso. En vacaciones, sobre todo pasando tanto tiempo fuera de casa, es importante que no olvidemos sus consecuencias y apostemos por otro tipo de envases.

Y ¡aprovecha para descansar y disfrutar! Para poder cuidar la Tierra es importante que también nos cuidemos a nosotros mismos. Las vacaciones de verano son el momento perfecto para estar con nuestras familias, seres queridos y disfrutar del tiempo compartido.

Visitar una huerta solar, un parque eólico o una protectora y/o santuario de animales también pueden ser excelentes ideas para ocupar tu tiempo en vacaciones y concienciarnos, aún más, del trabajo que tenemos por delante. 

No nos olvidemos, igual que el resto del año, de aplicar en la medida de nuestras posibilidades cualquier acción que permita el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, dentro de la Agenda 2030

Nadie debe quedar atrás en la consecución de estos Objetivos. 



Información extraída de varias webs